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Sesión posterior al visionado

b. Claves desde la educación para la paz

'Promises' nos sumerge en el conflicto que vive la población judía y árabe a través de las vivencias de siete niños y niñas israelíes y palestinos. Daniel, Yarko, Shlomo y Moishe, son judíos israelíes. Mahmoud, Sanabel y Faraj, son palestinos musulmanes. A través de sus emociones, experiencias y opiniones se reflejan los elementos que configuran el conflicto entre sus pueblos.

Hemos presentado el escenario concreto del conflicto en el que viven estos niños y niñas diariamente en el apartado El escenario de Promises: Israel y Palestina. Sin embargo, en este apartado, nuestro objetivo no es analizar el conflicto palestino-israelí, aunque el contexto es fundamental para comprender el escenario concreto que aborda 'Promises'. Analizaremos cómo influye la manera concreta de percibir y relacionarse con “el otro” tal como se muestra directamente en 'Promises'. Cuando esta relación está basada en la percepción “del otro” como enemigo, el conflicto se enquista, sea cual sea su naturaleza. No parece que haya solución posible. La violencia aparece como una salida inevitable.

'Promises' nos muestra la historia de cómo niñas y niños judíos y palestinos dejan de ver a “los otros” como enemigos. Y esto ocurre en el momento que pueden reconocer a “los otros” como niños y niñas, diferentes, pero complementarios. El encuentro que surge de una comunicación sin prejuicios, sin miedo y desde la libertad es la promesa de paz que plantea 'Promises'.

Vamos a analizar cómo se desarrolla este proceso en la película. Para ello, seguimos el esquema propuesto por Escola de Cultura de Pau en su documento “(Deconstruir) la imagen del enemigo” (1).

Necesidades en conflicto
Existen unas necesidades en conflicto para ambos grupos: judío y palestino:
Derecho a la tierra Creación de un Estado Derechos y libertades La seguridad
Interrelacionado con...
Que deforman la imagen que cada grupo tiene del “otro” y alteran:
Las percepciones La pertenencia al grupo Las emociones
Prejuicios Intolerancia Miedo
Resistencia al cambio Grupo por encima de la persona Ansiedad
Expectativas Deshumanización del “enemigo” Desconfianza
Autocumplimiento
Interrelacionado con...

“El otro” es el enemigo

Interrelacionado con...

Se naturaliza la violencia

01. Identificación de necesidades en conflicto

Los derechos y necesidades de ambos grupos se viven como incompatibles. Ambos verbalizan las causas del conflicto y las posibles soluciones. Desde el principio de la película, hay cinco necesidades que, tanto los niños y niñas judíos y palestinos, reclaman como derecho legítimo: la identidad, la tierra, la creación de un Estado propio, sus derechos y libertades y la seguridad. Las reivindicaciones de cada uno de los niños y niñas son los ecos de sus propias sociedades, tal y como hemos visto en el apartado El escenario de Promises: Israel y Palestina:

Identidades
Argumentos de Moishe (00:19:35) Argumentos de Faraj (00:26:45)
“En el Génesis pone: 'Levántate y anda por la tierra'. ¿A quién le habla Dios? A Abraham, nuestro antepasado”.
“Soy árabe. Los árabes tienen prohibido entrar en Israel. Dicen: eres árabe y seguirás siéndolo".
Derecho a la tierra
Argumentos de Moishe (00:48:38) Argumentos de Mahmoud (00:47:11)
“Porque Dios no le dio la tierra de Israel a Abraham muchas veces. Sólo se la dio una vez. Y por esa única vez, la tierra... nos pertenece”.
“No es de Israel. Es de los árabes. Es nuestra. ¡Esta es mi tierra! Nací y crecí aquí. ¡No tenéis derecho a quitármela! Los judíos dicen que es su tierra. ¿Cómo va a ser su tierra? Si es su tierra, ¿por qué dice el Corán que Mohammed fue de la Meca a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén? Así que Jerusalén es de los árabes”.
Creación de un Estado
Argumentos del abuelo de Daniel (00:27:52) Argumentos de Faraj (00:51:08)
“Al marcharnos de Polonia, decidimos que si dejábamos nuestro pueblo debíamos ir a un lugar más seguro, donde no pudiera repetirse el holocausto. Y decidimos venir a Israel. Hay judíos que piensan que Dios creó este país. Pero tras la guerra los judíos vinieron y establecieron el país. Así que no fue Dios”.
“Los judíos volaron nuestra casa para que no se pudiera decir que teníamos país. Tengo derecho a volver al pueblo. No son sólo los controles y libertad de movimiento. Quiero volver a Ras Abu-Ammar. Creo que, si no es mi generación, quizá la próxima liberará Palestina y volverá a Ras Abu-Ammar”.
Derechos y libertades
Argumentos de Daniel (00:05:06) Argumentos de Sanabel (00:57:49)
“Estamos en el centro, la mayoría de explosiones son en el centro. Me muero por salir del centro, cuento los segundos... ¡Podría ser en todas partes!”
“Jerusalén está a 10 minutos del campamento de Deheishe. Nunca he estado en Jerusalén. Me gustaría visitar nuestra capital y rezar allí. Por supuesto nunca lo he visitado, porque no nos dejan entrar”.
Seguridad
Argumentos de Moishe (00:21:27) Argumentos de Sanabel (00:13:32 )
“Estamos rodeados. No podemos escapar. Pero tenemos un ejército que nos protege”.
“El padre de Sanabel es periodista y líder local del Frente Popular para la Liberación Palestina, una facción política que se opone al proceso de paz. Hace dos años que está en una cárcel israelí. Sin embargo, no se han presentado cargos en su contra ni ha tenido juicio”.

02. La construcción de la imagen del “otro” como enemigo

En el contexto del conflicto que viven los protagonistas de 'Promises', ambos grupos han identificado al otro como enemigo. Es decir, las diferencias que existen entre ellos son una amenaza a las necesidades de cada grupo. Su relación es por tanto competitiva y excluyente. La identificación del “otro” como enemigo no ocurre de un día para otro. Responde a un proceso en el que están implicadas percepciones, emociones y la manera concreta en que se vive la pertenencia al grupo. Analizamos a continuación dichos procesos en cada uno de los grupos. Veremos cómo los niños judíos y los niños y niña palestinos han construido esa imagen del “otro” según unas percepciones concretas, un sentimiento de pertenencia a su grupo y unas emociones, que les conduce a aceptar la violencia como la salida única e inevitable.

Percepciones que contribuyen a identificar al “otro” como enemigo
Prejuicios

Antes de conocerse, los niños judíos y los palestinos ya tienen una imagen definida del otro grupo. “Los palestinos” son potenciales terroristas, “los judíos”, falsos y traidores. Faraj reconoce que los dos reconocen en el otro “potenciales terroristas”.

Moishe (01:12:13): “Esos niños árabes podrían volverse terroristas. Piénsalo”

Mahmoud (01:11:34): “No me gusta hablar con judíos. ¡Les conozco! Son malos y falsos. Desde los tiempos del profeta Mahoma. Le traicionaron en la batalla y lucharon contra él”.

Faraj (01:12:20): “Cualquier judío que me vea pensará que soy un terrorista. Piensan en sus padres y tíos, que han sido asesinados. Los dos pensamos en lo mismo”.

Resistencia al cambio

Los prejuicios hacen que el cambio sea muy difícil. Ninguno quiere conocer a los niños y niñas del otro grupo. Saben lo que pueden esperar de ellos. Cuando B.Z, el entrevistador, habla con Mahmoud sobre su negativa a conocer chicos y chicas judías, le dice que él es judío. Mahmoud no se cuestiona que pueda entenderse con una persona judía, sino que argumenta que él se refiere a “otros” judíos, a los “auténticos”.

Moishe (01:11:30): “No conozco a ningún niño árabe y no quiero conocer a ninguno (...) No es posible la paz sin que los árabes y los judíos se conozcan, pero no seré yo quien conozca a los árabes”.

Mahmoud (01:14:59): “¿Qué si quiero conocer a niños judíos? No, ni hablar”.

B.Z.: “Pero yo soy judío, soy un chico judío”.

Mahmoud: “Tú eres un judío americano (...) yo me refiero a los judíos auténticos”.

Expectativas

Lo que esperan ambos grupos del otro está condicionado por la imagen que cada uno tiene. Moishe espera que los árabes desaparezcan, Faraj teme las represalias de los judíos.

Moishe (00:20:48): “Luchamos porque esta tierra es nuestra. Si pudiera elegir mi propio futuro, los árabes desaparecerían, los judíos se quedarían y se reconstruiría el Templo”.

Faraj (1:13:55): “Yo no quiero que vengan aquí. Aunque ellos me entendieran, cuando crezcan tomarán el bando de su padre contra mí. De lo contrario, sus padres les matarían a ellos. Preferirá desplazarnos a nosotros a ponerse de nuestro lado y ser desplazado”.

Autocumplimiento

Las percepciones que cada grupo tiene del otro, no solo condicionan lo que esperan de los demás. También condicionan el propio comportamiento. Así, Moishe se imagina como el primer comandante en jefe religioso para poder hacer desaparecer a los árabes. Faraj casi predice su conducta violenta cuando se encuentre con una persona judía.

Moishe (00:20:04): “Intentaré ser comandante del ejército. Luego intentaré ascender a comandante en jefe. Si lo consigo, quizá sea el primer comandante en jefe religioso. Si pudiera elegir mi propio futuro, los árabes desaparecerían, los judíos se quedarían”.

Faraj (01:12:02): “Cuando veo a un judío, quiero coger una piedra y tirársela. O a su coche. Incluso pienso en matarle”.

Sentimiento de pertenencia del grupo de referencia

El grupo es fundamental en el desarrollo de la identidad de ambos grupos. El grupo palestino y el israelí basan su identidad en la defensa de sus intereses frente al otro grupo. Han establecido una relación de competencia en la que no cabe ninguna colaboración. En ese sentido, ambos comparten unas características que fortalecen la identificación del otro como enemigo.

Pie de foto: Niños palestinos de camino al colegio en Nablus, Cisjordania. Por Rusty Stewart

Niños palestinos en Nablus
Intolerancia y no diálogo

En ambos grupos la intolerancia se fundamenta en una base religiosa que impide cualquier diálogo puesto que se basa en una certeza ciega.

Moishe (00:19:18): “Dios nos prometió la tierra de Israel. Los árabes llegaron y la tomaron. En el Génesis pone: Levántate y anda por la tierra. ¿A quién le habla Dios? Abraham, nuestro antepasado...”

Escuela palestina (00:57:17): “¿Qué dice nuestra religión? ¿A quién le pertenece Jerusalén? ¡A los palestinos! ¡A los cananeos! ¡Al pueblo palestino! ¡A los musulmanes!”

Mahmoud (00:47:11): “¿Por qué dice el Corán que Muhammad fue de la Meca a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén? Así que Jerusalén es de los árabes”.

El poder del grupo

El sentimiento de pertenencia a cada grupo es superior a los propios deseos e inquietudes. Moishe no se atreve a conocer un chico o chica árabe por miedo a lo que piensen sus amigos. Faraj sitúa el sufrimiento de su pueblo como su guía de actuación.

Moishe (01:11:52): “Además, si conociera a un árabe, si mis amigos me vieran con un árabe, me llamarían marica”.

Faraj (01:14:20): “¡Claro que soy dogmático! ¿Qué esperas después de lo que hemos pasado?”

Deshumanización del enemigo: la persona se confunde con el problema

Cuando uno de los grupos habla del otro, no habla de personas sino de un grupo anónimo. No existen caras, nombres concretos. Las personas que están tras “los judíos” y “los palestinos” han desaparecido, son problemas que hay que atajar. Esta percepción permite asumir un alto grado de violencia sin ser conscientes de las consecuencias.

Moishe (00:21:27): “Estamos rodeados, no podemos escapar, pero tenemos un ejército que nos protege, tenemos el campo de tiro, y si los soldados... apuntan mal, mejor, podrían matar a un árabe”.

Mahmoud (01:01:19): “Apoyo a Hamás y Hezbollah. Matan a mujeres y niños, pero lo hacen por su país. Cuantos más judíos maten, menos habrá, hasta que casi hayan desaparecido”.

Emociones que condicionan la conducta hacia el “otro”

Las percepciones y la manera en cómo perciben el grupo los y las protagonistas generan unas emociones que contribuyen también a identificar a los otros como enemigos.

Miedo

Para ambos grupos el miedo forma parte de sus vidas. Ambos conviven con un ambiente de gran violencia. El miedo les hace estar alerta y buscar la manera de defenderse del “otro”.

Daniel (00:04:24): “Hubo muchos atentados en el autobús 18. La gente evita el 18 y es una tontería, porque si te subes en el 22, que se supone que es una línea segura puedes explotar igualmente. Al subir me pongo nervioso y busco gente sospechosa. Si veo a alguien que da miedo, le observo. Intento bajarme antes que él. Espero la explosión”.

Amigo de Faraj y Sanabel (01:31:10): “¿Por qué lloras? Me acuerdo de cómo mataron a mi hermano. Llevó a pastar el rebaño (...) Un soldado se puso de pie en un jeep y le disparó”.

Desconfianza y venganza

Son dos emociones que marcan gran parte de las afirmaciones y el comportamiento de ambos grupos.

Moishe (01:34:49): “No es posible la paz sin que los árabes y los judíos se conozcan, pero no seré yo quien conozca a los árabes”.

Faraj (00:16:30): “Fue durante la Intifada y se dio el toque de queda. Mi amigo Bassam tiró una piedra a una ventana abierta y un soldado disparó a Bassam. Le mató. Me dieron ganas de partir a ese soldado por la mitad. Dispararle o tirarle una bomba para vengar la muerte de Bassam”.

La naturalización de la violencia

Hasta ahora hemos planteado un proceso en el que determinadas percepciones, sentido de pertenencia al grupo y emociones, alimentan la identificación del “otro” como enemigo. La relación entre ambos grupos es, por tanto, competitiva y rígida. Ambas posturas se recrean en la defensa frente al otro grupo. Todo ello conduce a percibir la violenciacomo algo natural. No existe ningún tipo de empatía entre ambos grupos, hasta el punto de no reconocer en “los otros” personas sino enemigos que deben desaparecer.

Daniel (01:07:51): “A veces... no tienes elección. Porque o mueres tú, o mueren tus enemigos”.

Faraj (01:12:98): “Los dos pensamos lo mismo. Pensamos en los parientes que nos han matado los del otro lado. Así que los dos queremos matar a los del otro lado”.

03. La deconstrucción de la imagen del “otro” como enemigo: el encuentro

Faraj

Pie de foto: Faraj se interesa por conocer a Yarko y Daniel.

'Promises' nos presenta una alternativa para transformar la imagen construida del “otro” como enemigo. Este proceso de cambio comienza cuando se empieza a ver al “enemigo” como una persona concreta. Las dos partes pueden reconocerse en el “otro”, se descubren intereses e inquietudes comunes. Hay dos momentos muy significativos. Daniel habla de Faraj como “ese chico” y Faraj habla de Daniel y Yarko como “los gemelos”. Ya no son “los judíos” y “los palestinos”. Tras el grupo hay personas con rostros concretos.

Daniel (00:42:31): “¿B.Z.? ¿Sabes ese chico? ¿El atleta? ¿Ganó las finales? ¿Lloró? A veces nosotros también lloramos después de una carrera”.

Faraj (01:17:46): “Tengo una pregunta ¿esos gemelos querrían venir aquí?”

A partir de ese momento, se suceden una serie de cambios que posibilitan el encuentro entre los que hasta ahora eran enemigos irreconciliables. Estos cambios se traducen en la superación de las percepciones y emociones que se vivían hasta ahora.

Se supera el miedo

Amigo de Sanabel y Faraj (01:16:41): “Si nos negamos a conocer a niños judíos y ellos también, nunca habrá paz entre nosotros y los judíos. Ni entre otros dos países”.

Daniel (01:17:57): “Faraj, quiero conocerte y escuchar tu opinión porque quiero saber qué opinas”.

Madre de Daniel (01:22:03): “Nuestras necesidades son "el miedo", afrontémoslo”.

Se humaniza al “otro”, se empatiza y se reconoce su dolor

Daniel (01:30:29): “Antes pensaba que cualquiera que apoyase a Hamás estaba loco. Aquí hay niños que apoyan a Hamás y ahora entiendo por qué. Quizá las pintadas me hacen sentir incómodo, pero lo entiendo. De ser ellos, nos sentiríamos igual.”

La propia identidad no es excluyente

Daniel (00:47:36): “Creo que éste es nuestro país y también el suyo. Los extremistas dicen que los otros no deben vivir aquí y se equivocan. Hubo una guerra y la conquistamos. No sé qué hay que hacer ahora”.

Pone énfasis en las similitudes con el otro

Faraj y Daniel (01:19:12): -"¿En qué curso estás?"
-"¡Séptimo!"
-"¿Mola la pizza?"
-"Sí, ya lo sé. Está buena."
"¿Te gusta el fútbol? ¿Juegas? ¿Quién quieres que vaya a la final del Mundial?”

Se escucha al otro

Sanabel (01:34:39): “Me gustaría conocer a más niños judíos, si aumentaran nuestras relaciones también aumentaría el respeto de los unos por los otros”.

Se entienden las causas del enfrentamiento

Niño judío ultraortoxo (00:47:24): “Pero les entiendo porque... les echaron de aquí hace 50 años y se sienten muy... muy insignificantes, muy heridos, porque les echaron así”.

Se buscan necesidades comunes y soluciones creativas al problema
Encuentro de Yarko y Daniel con Faraj y Sanabel

Pie de foto: Encuentro de Yarko y Daniel con Faraj y Sanabel.

Niño palestino (01:31:03): “Igual que no todos los palestinos son de Hamás no todos los israelíes matan árabes”.

Amigo de Sanabel y Faraj (01:16:31): “Solo quisiera una cosa, que eliminen las fronteras, que quiten los puestos de control. Queremos vivir con ellos, vivir en paz”.

Niño palestino (01:14:56): “Creo que todos los niños son inocentes”.

Sanabel (01:17:19): “Ningún niño palestino ha intentado explicarles nuestra situación a los judíos. Ni un solo niño ha tenido la oportunidad de hacerlo. Así no vamos a ninguna parte. Los árabes y los judíos deberíamos conocernos. “¡No Netanyahu! ¡Los niños, quiero que nos conozcamos los niños!”

04. Epílogo dos años después

Dos años después del encuentro entre Yarko, Daniel, Sanabel y Faraj, los chicos y chicas que participaron en el documental resumen sus esperanzas de paz. Todos los personajes comparten su deseo de superar el conflicto entre ambas partes. Es el cambio sustancial que se ha producido en la película. Yarko y Daniel se han encontrado con Sanabel y Faraj; se han mirado a los ojos y se han reconocido. Ya no son “los otros”, ahora conocen sus nombres y sus rostros concretos; son chicos y chicas que tienen miedo, se ríen, se divierten, hacen deporte, bailan…Se han humanizado. Las posturas enfrentadas que mantenían los protagonistas al inicio de la película han encontrado un punto común: compartir el deseo de paz.

Yarko durante el epílogo de 'Promises'

Pie de foto: Yarko: "Faraj nos llamaba mucho normalmente. Él no lo entendía. Pensaba que era muy fácil que nos viéramos".

La película finaliza con las respuestas de ella y ellos, a modo de conclusión. Se aprecian diferentes opiniones sobre si es posible la paz y los caminos para lograrla. No obstante, en ellas se desvela una necesidad común: el intento de lograr algunos de los requisitos necesarios para una paz justa, que no solo se identifique como ausencia de guerra. Apuntamos a continuación varias de estas condiciones ligadas a esas respuestas:

Las situaciones de tensión y agresión permanentes pueden concluir que la única salida posible al conflicto es una espiral de mayor violencia. Percibir esta realidad como algo inevitable se convierte en un obstáculo para encontrar soluciones pacíficas.

Faraj (01:33:15): “Creo que el mundo ha cambiado para peor. No hay paz. Hay guerras y catástrofes. Uno no puede ni empezar a imaginar su futuro ni cómo resolver sus problemas. Los planes que tienes para el futuro puede que nunca se cumplan. Es muy difícil mantener la esperanza porque dada la vida que llevamos, no se nos permite realizar nuestros sueños”.

La pacificación es un proceso en construcción que requiere nuestra implicación personal. Todos y todas somos necesarias para la creación de espacios de paz en nuestro entorno, sea cual sea: familia, barrio, escuela, asociación, etc... El deseo y la voluntad de resolver el conflicto deben concretarse en gestos y acciones que modifiquen la relación con “los otros”.

Yarko (01:33:48): “Vernos no era tan fácil, con todos los puestos de control y eso. Faraj nos llamaba mucho normalmente. No éramos nosotros los que le llamábamos a él. Bueno, al principio sí. Él no lo entendía. Pensaba que era muy fácil que nos viéramos. Decía: "Iré yo. Pasaré el puesto de control". Pero era más complicado que todo eso”.

Moishe (01:34:49): “No es posible la paz sin que los judíos y los árabes se conozcan. Pero no seré yo quien conozca a los árabes y haga esas cosas. Eso deben hacerlo las personas que tengan 30 años o más. Ministros y miembros del parlamento. Tienen que verse con los árabes y empezar a hacer algo sobre este tema. Son ellos los que deben intentar encontrar una solución para todo esto”.

Shlomo (01:35:58): “En realidad no tengo ningún interés en eso, en conocer a niños árabes y hablar con ellos sobre toda clase de cosas. Pero me gustaría..., sería bonito, que no hubiera luchas ni enfrentamientos. No que tuviéramos una amistad íntima pero al menos una especie de pequeño proceso de paz”.

Daniel (01:36:24): “En realidad, me preocupan más mis propios problemas. En la película me pedías que contestase a las preguntas como israelí. Pero yo tengo mis propias preocupaciones, mis amigos, el voleibol, etc...También quiero que haya paz, de veras lo quiero, en serio, pero no pienso en ello continuamente”.

La paz parte de un cambio de actitud hacia “el otro”. Se humaniza y se distingue la persona del problema. Es el paso previo para conocerse y encontrarse. El conflicto no desaparece pero encuentra vías de resolución.

Sanabel (01:34:16): “Me gustaría conocer a más personas y niños judíos. Porque muchos son inocentes. Incluso algunos adultos, no todos apoyaron la ocupación de nuestra tierra. Me gustaría conocerles y conocer a más judíos, porque estoy segura de que si aumentaran nuestras relaciones también sentiríamos mayor respeto los unos por los otros. Quizá sería posible que nos entendiéramos y nos respetáramos más”.

Mahmoud durante el epílogo de 'Promises'

Pie de foto: Mahmoud: "Si no te conozco, no puedo tener paz contigo".

La paz debe basarse en unas condiciones justas. Entre ellas podemos destacar la distribución justa de los recursos, el ejercicio de las libertades, el desarme de todas las partes, la reparación de los daños individuales y sociales, el reconocimiento a todas las víctimas y la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

Mahmoud (01:35:30): “La paz entre nosotros es imposible si no nos conocemos. Nuestros padres están en guerra y, si no te conozco, no puedo tener paz contigo. Y también tú tienes que devolverme lo que me has quitado. La tierra tiene que ser devuelta. Tú puedes quedarte aquí, pero como invitado”.

Preguntas para el debate
  • ¿Con qué testimonio te identificas más? ¿Por qué?
  • ¿Qué actitud existe tras cada comentario? Intenta poner un adjetivo que refleje la actitud del protagonista ante el futuro.
  • ¿Crees que el encuentro entre los chicos y chicas israelíes y palestinos ha cambiado su manera de ver a los demás?
  • Pon un título a cada comentario que resuma su percepción del camino para la paz.
  • Imagina que tú eres también protagonista de la película. ¿Cuál sería tu comentario?
  • ¿Qué título le pondrías?
  • ¿Os ha llamado la atención la actitud de alguna niña?
  • En Israel y los territorios palestinos ¿representa lo mismo ser niño que niña?
  • ¿Por qué las niñas no van a la escuela de la Torá ni a la escuela islámica?
  • ¿Qué espacios ocupan las mujeres en ‘Promises’?

05. Género y construcción de la paz

Ciertamente, ‘Promises’ no es una película bélica, sino más bien expone las consecuencias de un conflicto, en el que la violencia –en su sentido más amplio y de manera asimétrica- se ha instalado en las relaciones entre dos comunidades e incluso en el seno de cada una de ellas. Por otro lado, el problema palestino-israelí forma parte de esa serie de escenarios de tensión acumulada que existen por diversos lugares del panorama internacional y que parecen olvidarse con mucha facilidad. Además, se hacen permanentes en el tiempo y afectan a todas las personas y a la sociedad en su conjunto. Por descontado, determina la vida de las mujeres de esa tierra, como sucede en todos los conflictos. Precisamente, porque ellas –sean víctimas o defensoras de paz – son marginadas una vez más en estas situaciones, nos parece esencial señalar la reflexión para la acción que han realizado y hacen también hoy los movimientos de mujeres. La escasa visibilidad de las niñas, las madres y abuelas en ‘Promises’ no deja de ser reflejo de la desigualdad de género en las sociedades que muestra la película. Pero destaquemos que, al mismo tiempo, sobresalen las opiniones de Sanabel, la niña palestina, que apuesta con más intensidad por el mutuo entendimiento.

Sanabel

Pie de foto: Sanabel, la niña palestina de 'Promises'.

En una sociedad que vive un conflicto bélico suelen acentuarse los roles sexuales: los hombres son combatientes y las mujeres se dedican en la retaguardia a ser cuidadoras, “reposo del guerrero”, proveedoras de hijos para la patria y transmisoras de valores e identidades a las futuras generaciones. No se les reconoce apenas como víctimas principales de las guerras, pero todavía menos como agentes de paz, promotoras de negociaciones y protagonistas de la reconstrucción.

No se puede olvidar la aportación del feminismo a la resolución de conflictos. Destacan algunas afirmaciones:

  • Las mujeres actúan colectivamente y componen redes de ayuda entre ellas (sororidad)
  • Tienen más posibilidades de acción pacífica al no estar implicadas directamente en las decisiones bélicas.
  • Son víctimas específicas por la violencia sexual contra ellas.
  • Es posible romper con el estereotipo de las mujeres únicamente como víctimas.
  • Otras consideran que el uso de la violencia puede ser un medio para lograr un objetivo político. Dos ejemplos en el escenario del conflicto palestino-israelí son las mujeres en el ejército de Israel y las que se encuadran en las milicias palestinas y cometen atentados suicidas. La violencia para algunas mujeres es una estrategia de supervivencia o una posibilidad para escapar del control patriarcal.
  • Las mujeres pueden actuar como agentes de paz y protagonistas de la reconstrucción post-bélica. Aquí podemos situar a los movimientos pacifistas de mujeres israelíes y palestinas, cada una en su campo o en común.

En cualquier caso, un enfoque de género sobre la guerra y la paz rechaza identificar exclusivamente a las mujeres con la paz, por su naturaleza de mujeres, y a los hombres con la violencia. Sería una simplificación que no corresponde a la realidad. Más bien, considera la construcción de la paz como una opción política, derivada de la exclusión de las mujeres del poder y de la riqueza. De esta manera, se redefine el mismo concepto de paz: no es únicamente ausencia de guerra, porque la violencia se puede vivir igualmente cuando se ha acabado el conflicto. Para conseguir una paz cierta y completa es necesario que exista “justicia de género (2).

Tiene características propias:

  • La preocupación por la vida humana.
  • El uso de estrategias y acciones de no violencia activa.
  • La capacidad para establecer vínculos y tejer alianzas con otros grupos, incluso enfrentados, y con otras organizaciones, tanto de mujeres como con colectivos no específicos de mujeres.
  • La paz deber basarse en la dignidad humana y no en las fronteras nacionales.
  • La consecución de la paz se vincula necesariamente con el logro de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

Y además unos objetivos:

  • La independencia económica de las mujeres y el apoyo mutuo.
  • Posibilitar la apertura de nuevos espacios para rehacer las relaciones sociales.
  • La denuncia de la violencia ejercida contra las mujeres.
  • La promoción de iniciativas comunes e inclusivas para la reconciliación ente las diferentes partes contendientes.

Notas a pie de página: