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Sesión posterior al visionado

a. Claves cinematográficas

01. La narrativa cinematográfica: historia, tramas y tema

La persecución inicial de la película sitúa en pocos minutos en el contexto social en el que se desarrolla

Pie de foto: La persecución inicial de la película sitúa en pocos minutos en el contexto social en el que se desarrolla.

Como hemos visto en el apartado ‘Sesión previa – Claves cinematográficas’, ‘Slumdog Millionaire’ no brilla por su desarrollo narrativo, sino por la puesta en escena de la historia y personajes. Como sostiene Óscar Durán (1), la premisa dramática (chico pobre consigue a la chica de sus sueños después de mucha peripecia y, de paso, se hace millonario) es recurrente en el cine. Por otra parte, es absolutamente clásica en su estructura formal: la historia se cuenta a partir de flashbacks generados en un acontecimiento presente (el interrogatorio), como en ‘Ciudadano Kane’, ‘Titanic’ y tantas otras.

Una historia de corte dickensiano, construida a partir de dos líneas argumentales que confluyen: el interrogatorio policial y su participación en el programa. Finalmente, el recurso a flashbacks que reconstruyen el pasado de Jamal y explican los porqués de su inesperada y sospechosa capacidad a la hora de responder las preguntas del concurso.

Decía su director de fotografía, Dod Mantle, que las palabras que utilizó Boyle para describirle cómo quería rodar la película fueron: energía, ritmo, velocidad, movimiento, incontrolable. Sensaciones que ya se nos transmiten desde la secuencia inicial la persecución policial de 12 minutos a través de un transitado suburbio indio (2). Montada a ritmo de videoclip, con planos cortos y frenéticos de la persecución, pasamos a un plano fijo generalísimo cenital del barrio. Un recorrido trepidante que nos muestra la cotidianeidad del barrio de Dharavi, con sus colores, sonidos, olores y caras. Quién sabe si para esta secuencia de apertura (homenaje reconocido a la película ‘Viernes Negro’ y que bebe del arranque de ‘Trainspotting’), Boyle se inspiró también en ‘Ciudad de Dios’ (‘Cidade de Deus’. Fernando Meirelles. 2002. Brasil), otro buen ejemplo de arranques épicos que sitúan en pocos minutos el contexto social de la historia.

La historia se arma a partir de esta secuencia inicial. Acompañamos a los hermanos Malik en sus peripecias y desgracias. Vemos cómo sus destinos toman caminos opuestos, con la búsqueda de Latika como motor de la acción.

02. El camino del héroe de Jamal

Salim con Latika. Este personaje femenino funciona como resorte dramático de la historia

Pie de foto: Salim con Latika. Este personaje femenino funciona como resorte dramático de la historia.

Jamal, Salim y Latika componen este “trío de mosqueteros” en torno al cual se construyen la trama y subtramas de la película. Jamal, que encarna a nuestro particular antihéroe, se acaba convirtiendo en el héroe de toda una nación. Su objetivo es encontrar y reunirse con Latika (trama amorosa), el detonante de que participe en el concurso. Decimos que Jamal funciona como antihéroe porque no busca la fama o el éxito que le llega de golpe sino que le sucede de manera secundaria, casi como recompensa a esta lucha por su amor, por una parte, y a su supervivencia como “perro callejero”, por otra.

Resulta interesante analizar la relación fraternal entre Jamal y Salim desde el punto de vista de la construcción del héroe. Salim es el contrapunto de Jamal. Ambos parten de la misma realidad; sin embargo, toman caminos totalmente opuestos. “¿Quieres vivir como un chico de la calle o vivir como un hombre?” es la frase que mueve a Salim durante su madurez. Su opción es ponerse al servicio de la mafia organizada de Mumbai, mientras que Jamal opta por trabajar fregando platos y como chico del té de un call-center.

Además de servir como contrapunto y antagonista de Jamal, es importante destacar el desarrollo y transformación de este personaje. Durante toda su infancia y adolescencia Salim le obstaculiza en el logro de sus deseos más profundos: conseguir el autógrafo de Amitabh Bachchan y salvar a Latika. Sin embargo, al final se “sacrifica” y con su muerte permite que Jamal logre, al fin, su objetivo (reencontrarse con Latika) y, de rebote, que logre ganar el concurso. Salim se convierte entonces en el personaje clave para la conversión de Jamal en héroe.

Por último, y como tercer mosquetero, tenemos el desarrollo del personaje de Latika. Aparentemente puede parecer que su personaje está construido simplemente como la motivación del protagonista, un personaje que acompaña y sirve de apoyo para la historia. Pero si la analizamos en relación al particular viaje del héroe (3) de Jamal, vemos cómo tradicionalmente las amadas de los héroes se representaban como meros “premios” o “recompensas” tras el acto heroico. Sin embargo, Latika es el resorte dramático del protagonista, la razón por la que se desarrolla la historia y por la que Jamal se convierte en ganador y millonario. Latika es la razón de ser de Jamal como antihéroe y, en definitva, como héroe de toda la India.

03. Los guiños a Boollywood: Occidente mira a la India

El viaje de madurez de los hermanos Malik a través de la supervivencia en un tren

Pie de foto: El viaje de madurez de los hermanos Malik a través de la supervivencia en un tren.

Además de las incorporaciones interpretativas de reconocidos actores bollywoodienses (Freida Pinto, Anil Kapoor), el claro homenaje a esta industria pasa también por otros elementos como la banda sonora, el uso del tren como símbolo, o la escena final a modo de baile – epílogo.

Si la banda sonora es siempre un elemento fundamental e identitario en la filmografía de Boyle, ‘Slumdog Millionaire’ lleva a gala este principio. El músico Allah Rakha Rahman logra una mezcla de ritmos estilo disco de los años 70 con toques inconfundiblemente hindúes, “un excelso conglomerado de sonoridades qawwali, sonidos del Hindustán y texturas electrónicas de Occidente” (4). Esta fusión funciona perfectamente para apoyar la historia y crear ambientes a lo largo de la película; la tradición y la modernidad para reproducir una vez más la ambivalencia de la India. Sin olvidar la participación de la rapera de Sri Lanka M.I.A., que con ‘Paper Planes’ y ‘O... Saya’ logra construir verdaderos videoclips en dos escenas concretas: el viaje en tren de Jamal y Salim y el baile final.

Ambas rescatan el tren como símbolo clave de la película. “La red ferroviaria es como la sangre que da vida a la India”, explica Boyle. “Existe un ingente número de personas que mueren a diario en las vías porque se caen de un tren abarrotado”. En el caso de Jamal y Salim, esta caída supone, gracias a la magnífica elipsis temporal, el paso de la infancia a la adolescencia. El viaje en tren adquiere entonces un significado más profundo: es un viaje iniciático, un camino hacia la madurez de los personajes a través de su supervivencia.

El baile final es otro ejemplo de los guiños de la película a la industria de Bollywood

Pie de foto: El baile final es otro ejemplo de los guiños de la película a la industria de Bollywood.

El baile final, a modo de guiño bollywoodiense, se desarrolla en Victoria Terminus, una de las huellas visibles que dejó el Imperio Británico en el centro de Bombay. Es, seguramente, la secuencia más criticada de la película. Quizás deba tomarse tan sólo como el epílogo de este cuento de hadas que es ‘Slumdog Millionaire’. Un relato fantástico que nos habla, además, de cómo Occidente mira a la India (5).

Notas a pie de página: